Los huertos urbanos se han convertido en una alternativa cada vez más viable para todos aquellos habitantes de la ciudad. Plantar girasoles en el huerto urbano es una magnífica opción, ya que un huerto urbano no suele tener las mismas condiciones que uno en un terreno de cultivo y esta planta se adapta fácilmente a diferentes ambientes.
Dónde se plantan los girasoles
Los girasoles pueden cultivarse en cualquier lugar, ya que se adaptan bien tanto a los ambientes cálidos del sur como a ambientes más fríos en el norte, siendo una planta con una gran tolerancia a las temperaturas.
La época de siembra empieza después de la última helada, a finales de marzo, y se extiende durante todo el mes de abril. Si el proceso de crecimiento va bien, para verano el girasol da sus frutos, que suelen cosecharse a principios de otoño.
Antes de plantar un huerto de girasoles hay que tener en cuenta los siguientes factores:
- Espacio: existen diferentes especies de girasol, pero para un huerto urbano es conveniente elegir especies pequeñas, ya que las más grandes pueden llegar a ocupar mucho espacio, creciendo hasta 2 metros de altura.
- Sustrato: los girasoles necesitan tierra buena, que contenga una cantidad adecuada de sustrato para conseguir desarrollarse de manera adecuada.
- Maceta: si los girasoles se plantan en maceta, es recomendable que sea grande y tenga el tamaño adecuado para permitir su crecimiento.
- Germinación: es aconsejable controlar la germinación y mantener la tierra siempre húmeda hasta que la plántula del girasol asome por la tierra.
Sembrar girasoles en el huerto: beneficios
Vamos a explorar los diferentes beneficios de plantar girasoles en el huerto:
Fácil cultivo
El cultivo de girasoles en un huerto urbano es relativamente fácil en comparación al cultivo de otro tipo de plantas. Esta especie no tiene exigencias especiales para su crecimiento y desarrollo, exceptuando la calidad de la tierra y su sustrato.
Mejora la salud del huerto
Los girasoles también benefician al resto de plantas que están cerca de ellos, ya que sus flores atraen a insectos, lo que favorece la polinización. Además, sus frutos atraen a pájaros, lo que ayuda a acabar de manera natural con plagas que puedan afectar al resto de plantas.
Al ser una especie robusta, ayuda a proteger a otras plantas del viento cuando se plantan en los laterales del huerto.
Propiedades de sus semillas
Uno de los mayores beneficios que tiene sembrar girasoles son sus semillas, que además de ser una fuente de alimentos perfecta para ciertos tipos de animales, tienen una gran cantidad de propiedades beneficiosas para el ser humano:
- Antioxidantes: las semillas de girasol tienen vitamina E, que es considerada como un fuerte antioxidante que ayuda a combatir los efectos de diversas enfermedades.
- Fuente de magnesio: contienen una gran cantidad de Magnesio, lo que ayuda a mantener los huesos fuertes y a regular la presión arterial.
- Fuente de selenio: las semillas de los girasoles tienen una concentración de selenio, lo que beneficia enormemente a los procesos relacionados con el crecimiento.
- Mejoran la salud capilar: contienen biotina, una fuente de vitamina B que ayuda a metabolizar la grasa y a mantener sana la superficie del cuero cabelludo.
Como puedes ver, plantar girasoles en el huerto no solo traerá alegría y color a tus plantas, sino que también aportará beneficios al resto de cultivos urbanos y podrás aprovechar sus semillas para utilizarlas en tus platos.