Un exceso de agua calcárea en las plantas podría generar un verdadero problema en nuestro huerto. Por esta razón, es importante saber cómo quitar la cal del agua de riego y favorecer el correcto desarrollo de nuestros cultivos.
Cómo puede afectar el agua calcárea a tu cultivo
Muy habitualmente solemos utilizar agua del grifo para regar nuestras plantas. Si bien esto no tiene por qué ser malo, a veces puede generar algún tipo de daño a la planta dependiendo de cuánta cal se concentre en el agua.
Esto se debe a que el agua corriente porta algunos residuos minerales, como es el caso de la cal. Cuando el agua contiene exceso de calcio, comienzan a originarse problemas de conductividad que le dificultan a las plantas absorber el hierro necesario. Esto puede desarrollar una clorosis férrica, la cual se puede distinguir porque provoca una coloración amarillenta en las hojas.
Por esta razón, debemos procurar eliminar la piedra caliza del agua a la hora de regar nuestras plantas, especialmente aquellas que requieren suelos ácidos, como es el caso de las suculentas, las orquídeas o incluso las fresas.
A continuación vamos a ver algunos trucos para mejorar la calidad del agua con la que nutrimos a nuestras plantas.
Cómo quitar la cal del agua de riego para tu huerto urbano
Antes que nada, conviene conocer las necesidades de nuestras plantas, ya que algunas requieren de calcio. Un sencillo truco para saber si la planta contiene un exceso de este elemento es observar sus hojas: como dijimos anteriormente, si están amarillentas se debe a la cal de más.
Hay muchos métodos para quitar cal del agua, aunque algunos son más sencillos que otros. Lo más práctico es colocar el agua de riego en un recipiente durante uno o dos días. De esta forma, el calcio se depositará en el fondo, tras lo cual podremos recoger el agua con cuidado de no remover demasiado. Como la cal suele depositarse en el fondo, es recomendable que siempre que reguemos tengamos cuidado de no agitar la regadera.
Otra opción es aplicar dos o tres gotas de vinagre por litro de agua. Una vez hecho esto, tendremos que dejar reposar el agua durante una noche antes de usarla para el riego. De igual forma, también podemos echar tres gotas de amoniaco por cada cinco litros de agua. Otro remedio casero popular consiste en hervir el agua y dejarla enfriar. Este método es especialmente recomendable para aquellas plantas muy delicadas y vulnerables.
Junto a estos remedios caseros, podemos encontrarnos con otras soluciones, como es el caso del sistema de ósmosis inversa. Este dispositivo se coloca en el grifo con el fin de potabilizar y mejorar la calidad del agua.
Ahora que ya sabemos cómo eliminar la cal del agua, es hora de mimar a nuestras plantas con un riego de calidad. De todas formas, quitar el agua calcárea de las plantas no garantiza un buen riego, pues puede ocurrir que el agua carezca de algunos minerales. En este caso te recomendamos hacer uso de algunos fertilizantes.