Hoy en día es posible crear un pequeño espacio verde en tu vivienda, en un balcón o incluso en tu ventana, y disfrutar de sus beneficios. Cultivar un huerto urbano es una forma de conectar con la naturaleza, aunque vivamos rodeados de cemento y hormigón. Como cualquier otra afición, requiere un poco de tiempo, dedicación y una pequeña inversión económica, pero la recompensa que obtendremos hará que merezca la pena.
Qué es un huerto urbano
El huerto urbano no es más que la adaptación del clásico huerto rural al espacio y las condiciones con las que contamos en nuestras viviendas urbanas. Son espacios dedicados al cultivo de cualquier tipo de planta consumible (verduras, hortalizas, frutas, legumbres, etc.) a escala doméstica.
Cómo hacer un huerto urbano paso a paso
Antes de empezar a cultivar nuestro huerto urbano es importante dedicar un tiempo a planificar cada uno de los pasos que vamos a dar.
Elegir el espacio
Si disponemos de espacios reducidos, tendremos que aprovecharlos al máximo. Cada hueco puede ser útil, el único requisito es que reciba un mínimo de 5 horas de sol diarias. Podemos utilizar un patio, una terraza, un balcón o una ventana y cultivar en horizontal o en vertical.
El recipiente
Podemos reciclar diferentes tipos de estructuras para emplearlas como contenedores, cajas de plástico para verduras, cajas de pescado, neveras de corcho, sacos de patatas de tela, etc.
Si, por el contrario, la opción elegida es la compra del contenedor, podemos optar por macetas, jardineras, sistemas de cultivo vertical o mesas de cultivo.
Es importante que la profundidad del contenedor elegido alcance entre 20 y 25 cm, ya que la mayoría de las raíces de las plantas que podemos cultivar en nuestro huerto tendrán espacio suficiente.
El sustrato
Para tener éxito en nuestro cultivo es importante elegir un sustrato de buena calidad. Podemos elaborarlo nosotros (utilizando humus, perlita, fibra de coco y otros compuestos) o comprarlo listo para añadir al contenedor.
Un producto cada vez más utilizado en huertos urbanos es la leonardita, sustancia rica en ácidos húmicos y fúlvicos. Este producto aporta considerables beneficios para el suelo y la planta, ayuda a la asimilación de microelementos, facilita el enraizamiento, estimula el desarrollo de hojas y brotes, así como la germinación de semillas. En su forma líquida, se puede aplicar en riego o sobre las hojas y, en forma sólida, se añade directamente a la tierra.
Qué puedes plantar
En un huerto urbano podemos cultivar hortalizas, plantas aromáticas o medicinales y cualquier otra planta que queramos consumir o utilizar para decorar nuestra casa.
Para elegir la planta debemos tener en cuenta las horas de sol que recibe el espacio seleccionado para el cultivo. Algunas hortalizas, como las berenjenas, los tomates o los pimientos, necesitan mayor cantidad de horas de sol, mientras otras, como las lechugas, las cebollas, las acelgas, los ajos o los puerros, no son tan exigentes respecto a las necesidades de luz.
Los beneficios que nos aporta cultivar un huerto urbano son variados: mejoramos nuestros hábitos alimenticios y nuestra salud, ahorramos dinero, nos relaja y entretiene, promovemos la absorción de carbono atmosférico y nos pone en contacto con la naturaleza. ¿A qué esperas para plantar el tuyo?