Leonardita Soluble: Un Mito Común
Es un error frecuente pensar que la leonardita soluble en agua es una verdad real. Sin embargo, debido a su origen y composición, la leonardita no es soluble. La leonardita se forma a partir de la descomposición de materia vegetal durante millones de años, resultando en una sustancia orgánica extremadamente estable y rica en ácidos húmicos y fúlvicos, pero la leonardita No soluble.

Origen y Composición de la Leonardita
La leonardita es una forma de ácidos húmicos derivada de antiguas masas forestales fosilizadas. Esta formación, que puede durar hasta 280 millones de años, crea una estructura molecular compleja y estable que no se disuelve en agua.

Solubilidad de los Ácidos Húmicos y Fúlvicos
Mientras que los ácidos fúlvicos son solubles en agua en diversas condiciones de pH, los ácidos húmicos no lo son. Los ácidos húmicos, presentes en la leonardita, requieren de medios básicos para disolverse, lo que hace imposible que la leonardita sea soluble en agua.

¿Entonces cómo actúa la Liberación Natural de Ácidos Húmicos y Fúlvicos en el Suelo?
Cuando se aplica la leonardita al suelo, no se disuelve, sino que comienza un proceso natural de liberación de ácidos húmicos y fúlvicos que beneficia al suelo y a las plantas de varias maneras.
1. Proceso de Liberación:
- Contacto con el Suelo: Al integrarse en el suelo, la leonardita comienza a interactuar con los microorganismos y los componentes del suelo.
- Descomposición Natural: Los ácidos húmicos y fúlvicos se liberan lentamente a medida que los microorganismos descomponen la leonardita. Este proceso asegura una liberación continua y sostenida de estos compuestos a lo largo del tiempo.
- Retención y Disponibilidad: Los ácidos húmicos, insolubles en agua, permanecen en el suelo, actuando como reservorios de nutrientes que se liberan gradualmente. Los ácidos fúlvicos, por su parte, se disuelven en el agua del suelo, facilitando su transporte y absorción por las plantas.
2. Acción de los Microelementos:
Los ácidos húmicos y fúlvicos liberados de la leonardita mejoran la capacidad del suelo para retener nutrientes y facilitan su absorción por las plantas. Estos ácidos actúan como agentes quelantes, lo que significa que se unen a microelementos como hierro, zinc y cobre, aumentando su disponibilidad para las raíces de las plantas.
- Mejora de la Estructura del Suelo: Los ácidos húmicos mejoran la formación de complejos arcillo-húmicos, lo que aumenta la capacidad del suelo para retener agua y nutrientes. Esto es especialmente útil en suelos arcillosos pesados, que se vuelven más esponjosos y manejables.
- Aumento de la Fertilidad del Suelo: La capacidad de intercambio catiónico de los ácidos húmicos y fúlvicos mejora la retención de nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio, evitando su lixiviación y asegurando su disponibilidad para las plantas.
La idea de comprar la leonardita soluble en agua es un mito. Su estructura estable, formada a lo largo de millones de años, la hace insoluble. Sin embargo, al integrarse en el suelo, la leonardita libera gradualmente ácidos húmicos y fúlvicos, mejorando la estructura y fertilidad del suelo, y aumentando la disponibilidad de nutrientes esenciales para las plantas. Este proceso natural asegura una liberación sostenida de beneficios a lo largo del tiempo, contribuyendo a una agricultura más sostenible y productiva.
LEONARDITAS SÓLIDAS PARA APLICACIÓN A SUELO.
Seguir leyendo

Historia de la Leonardita
Qué es la Leonardita Bienvenido a nuestra guía completa sobre la leonardita. Aquí encontrarás todo lo que necesitas saber sobre

Entendiendo los Ácidos húmicos y fulvicos, Los superheroes del cultivo
Este artículo está diseñado para ofrecer una introducción clara y accesible sobre los ácidos húmicos y fúlvicos, especialmente dirigido a

Leonardita ¿qué es?, ¿cómo se forma?
la Leonardita se forma como el resultado de la descomposición y mineralización durante millones de años de bosques de coníferas, hiervas y plantas antiguas, hojas, ramas caídas, excrementos de animales antiguos, etc, entre hace 125 y 113 millones de años, formando la fuente más rica en Ácidos Húmicos del mundo, considerada la fuente de vitalidad de todos los suelos productivos de nuestra capa terrestre.